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Lancia Delta. Un sueño diseñado

Cuando la belleza es útil, es aún más bella

  16 / Marzo       Publicidad y automóvil      Escrito por : Santi Martinez
Lancia Delta. Un sueño diseñado

A mediados de 1981 Fiat presentaba en España su gama de modelos importados. Entre todos ellos destacaba un compacto 5 puertas, elegante, lujoso y de exquisitos modales en carretera. El Lancia Delta. ¿Un sueño diseñado?

Hablar del Lancia Delta sin pronunciar la coletilla obligada, Integrale, no parece fácil. Pero aceptamos el reto sabiendo que en nuestro caso será sencillo evitarlo. Centraremos nuestra mirada en la publicidad que acompañó al turinés en sus primeros pasos por nuesto mercado, dejando lejos la gloria de los motores turbo, la tracción a las 4 ruedas y las aletas ensanchadas. Eso será en otra ocasión.

Francfort 1979

El Delta se presentaba en septiembre de 1979 en el Salón de Francfort como un "pequeño de gran lujo", por citar a Autopista, al lado de primicias locales como el Mercedes S W126, el Audi 200, o los más terrenales Opel Kadett D y Volkswagen Jetta.

Gracias a los 3,88 metros de su nueva carrocería diseñada por Giugiaro, pasaba a situarse en la oferta media de Lancia entre los veteranos Autobianchi A112 y los renovados Beta, tal y como hasta hacía apenas 3 años lo había hecho el Fulvia.

Fuente: Autopista, septiembre 1979

Su generosa batalla de 2,47 metros le garantizaba una cota de confort declarada por la marca de 182 cm. sólo igualada en la categoría de los 4 metros por el coetáneo Kadett D, aunque su maletero debía conformarse con sólo 260 litros. Según reconoce Italdesign en los estudios iniciales figuraba una banqueta posterior deslizante, que una vez eliminada del pliego de condiciones, debió de quedar en su posición más retrasada a juzgar por la cota longitudinal. Al menos el escaso volumen del portamaletas era fácilmente ampilable gracias al asiento trasero replegable en dos mitades.

El Delta tomaba del Fiat Ritmo su motor, transmisión, frenos y dirección, elementos algunos de ellos convenientemente adaptados a la tradicional excelencia de Lancia. El tratamiento anticorrosivo de la carrocerría y la climatización habían sido estudiados por Saab, que comercializaría este polivalente en los mercados nórdicos con el nombre de 600 en sustitución de su modelo 96. 

El propulsor de 1500 cm3 ganaba 10 cv respecto al Fiat gracias a un carburador doble y la caja de cambios verá acortadas sus relaciones. La suspensión será novedad; incluye conjuntos McPherson en ambos ejes y "está ya pensada para recibir mecánicas futuras notablemente más potentes que los 85 cv", como acertadamente predecía la revista Autopista, aunque con esta potencia "la aceleración es francamente brillante": tan solo 12,5 segundos para ponerse a 100 km/h.

Algunos italianos muy especiales

Con motivo del Salón de Barcelona de 1981 Fiat Hispania estrenaba la reciente libertad de importaciones con una familia de vehículos que nada tenían que ver con los ofrecidos entonces por Seat, cuyo divorcio de la matriz italiana se producirá semanas después del certamen catalán. Bajo el lema "Algunos italianos muy especiales" se daban a conocer 5 modelos muy diferentes entres si, destinados a "españoles muy especiales".

La oferta más lógica parecía ser el Lancia Delta, "una obra maestra de avanzada tecnología" que un año antes había sido nombrado "Coche del Año en Europa". El  producto más reciente del gigante Fiat comienza a figurar en listas de precios de las publicaciones nacionales a partir de abril de 1981. A pesar de que en otros mercados se comercializa una versión de 1300 cm3 (con 4 ó 5 velocidades) a España llegará exclusivamente el 1500 destinado a una minoritaria élite. Su elevada tarifa final de 1.265.00 pesetas superaba las de 3 grandes berlinas: el Ford Taunus 2.3 Ghia (1.222.000 ptas.) con motor V6, el Opel Rekord 2.0 S (1.155.000 ptas.) y el Peugeot 505 SR (1.132.000 ptas.).

Su precio calcaba el de un BMW 315 (que llegaría pocos meses más tarde) y respecto a los 4 metros nacionales, comparables al Delta por longitud, la diferencia era abismal. Un Renault 14 GTS de 70 cv costaba 688.000 pesetas, un Seat Ritmo 75 CLX se ofrecía por 702.000 y un Talbot Horizon GLS podría haber sido nuestro por 685.000 ptas. En su categoría sólo el Volkswagen Golf GTI de 110 cv, con sus 1.480.000 pesetas, superaba en precio al italiano siendo todavía más compacto.

¿Qué ofrecía entoces este modelo para justificar su precio? Para poder responder a esta pregunta acudimos como siempre a la hemeroteca.

El Lancia Delta formará parte del sumario de la revista Autopista en dos ocasiones antes de que termine 1979. Tanto en la toma de contacto posterior a su presentación alemana como en su ensayo, el Delta presenta una contrariedad para sus probadores: ¿dónde situarlo?. Exceptuando el Golf, es el modelo más corto entre los polivalentes pero cuenta con una habitabilidad de récord, y un lujo y equipamiento desconocidos hasta entonces en su categoría. Como apunta Arturo Andrés se dan dos circunstancias a la hora de catalogarlo:

"Para considerarlo una auténtica berlina deportiva le sobran kilos y le faltan caballos" 

"Como coche familiar compacto y lujoso, ¿por qué un habitáculo tan desmesuradamente amplio para dejar un maletero que apenas supera al de un Renault 5?

 Desplegable comercial gama Fiat en España, 1981

Lo que no admite dudas es que con el Delta Lancia había querido "ofrecer un coche que refleje la distinción y el buen gusto a su poseedor", un modelo "capaz de conceder un status social sólo comparable con el Golf GTI y Alfasud Sprint".

Respecto a sus cualidades técnicas lo más destacado es su comportamiento ya que en este terreno "se trata de un coche absolutamente fuera de los valores normales, situado en la zona de lo excepcional". La combinación entre un motor de buen rendimiento y una caja de cambios semicerrada (28,6 km/h en quinta por cada 1000 rpm.) "hacen que casi instintivamente se tienda a practicar una conducción brillante" sólo ensombrecida por su elevado peso (unos 1.000 kilos con el depósito lleno) y por su desfavorable resistencia al avance (su Cx es de 0,448 según lo publicado por Motor Mundial) que le impide ir más allá de 165 km/h.

En el último mes que cerraba la castigada década de los 70 la revista Autopista concluía con el tercer modelo presentado por Lancia tras 10 años en la órbita de Fiat:

"El Lancia Delta es, probablemente, el coche más atractivo que existe en el mercado, dentro de su cilindrada. Quizá no sea el más razonable, pero en plan capricho es indudablemente la pieza más apetecible que ofrece cualquier fabricante europeo"

Un sueño diseñado

A comienzos de 1982 el Delta cobra un nuevo aspecto en la desconcertante campaña publicitaria firmada por el Grupo Barro. En un ambiente onírico el coche parece volver a sus orígenes a través de 5 dibujos perfectamente definidos, que reflejan un automóvil tan sólo parecido a los que circulaban por las carreteras españolas desde hacía un año.

En su parte trasera los misteriosos espectros del italiano no dejan de recordar a un VW Scirocco, modelo salido también de los sueños de Giugiaro, que admitía como fuente de inspiración del Delta su dream car "Asso di Picche" (As de Picas), presentado en el Salón de Francfort de 1973 sobre la base de un Audi 80.

Observando en detalle los 5 protagonistas del anuncio, podemos ver como los tiradores de las puertas, las llantas o la parrilla delantera son diferentes a los del modelo real; el Delta "soñado" carece del limpialavaluneta posterior que figura como dotación de serie del Lancia importado por Fiat.

Podía haber sido razonable esta campaña antes de su comercialización para generar la necesaria curiosidad por un nuevo producto, pero resulta desconcertante jugar de esta manera al despiste. ¿Puede ser esta la explicación?

Fuente: Enciclopedia Salvat del Automóvil (1974-1977)- "Asso di Picche"

En ese mismo año, 1982, el Delta será el protagonista de los contenidos de Motor Mundial y Velocidad. La primera revista nos habla de la "alta costura artesana" de Lancia para referirse a la "calidad excepcional y acabado de primer orden" del Delta, mientras que Velocidad centra su análisis en sus originales elementos de equipamiento. El "coche con detalles propios" cuenta con volante regulable en altura, asideros de techo retráctiles y una completa instrumentación que incluye manómetro de aceite y un reloj digital con 12 funciones situado en el techo. 

Mientras tanto, el Lancia Delta no tardará demasiado en despertar de su sueño publicitario. El anuncio del "sueño diseñado" es rápidamente sustituido por otro menos original, firmado también por el Grupo Barro. 

Ahora la línea del coche cobra protagonismo frente a otros posibles argumentos. Su capó delantero en forma de cuña es el pretexto ideal para que los publicistas destaquen como algo novedoso los parachoques fabricados en resina de poliester y fibra de vidrio pintados del mismo color que la carrocería, capaces de absorber golpes hasta 6 km/h (como podíamos leer en la publicidad extranjera).

 

"Creamos la línea" decía Lancia ahora. Pero el Delta seguía siendo un sueño, un sueño importado que muy pocos podían ver cumplido en 1982.

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